Tóxicos que me enferman, ¡No, gracias!

27.08.2024

Que cada vez estamos más enfermos, es una realidad incuestionable. Y no solo es por lo que comemos y por lo poco que nos movemos, sino por la cantidad de tóxicos y disruptores endocrinos a los que nos vemos expuestos cada día,  que van sumando en tóxicos y restando en salud. Uno quizás no te haga daño, otro en bajas dosis tal vez tampoco, pero cuando vas sumando cada día, la cosa ya cambia. Es la dosis lo que hace el veneno. Y si además, estás embarazada, piensa que todo esto no solo te afecta a ti, también está ya afectando a tu bebé.

Por eso, en este artículo, te voy a dar algunas claves para hacer pequeños cambios con grandes resultados para mejorar tu salud y la de los tuyos.

Tóxicos en la cocina

  • Elimina sartenes de teflón, cobre, esmaltadas, aluminio, antiadherentes o con rayaduras. Cámbialas mejor por sartenes de hierro mineral o fundido (aunque éstas necesitan algo más de mantenimiento), de titanio, de acero inoxidable o acero quirúrgico 316 (reforzado con titanio), para mi gusto las más ligeras y menos exigentes de mantener, amén de más reforzadas contra el deterioro.
  • Elimina todos tus tuppers de plástico y cámbialos por cristal. Nunca calientes en microondas recipientes de plástico, ni congeles, ni transportes. Pásate al cristal o a la silicona de uso alimentario.
  • Evita cocinar con utensilios de aluminio o cocinar con papel aluminio (por ejemplo en papillotte) y evita congelar los alimentos envueltos en papel aluminio. El aluminio se deposita en el cerebro y parece estar relacionado con riesgo de Alzheimer entre otros problemas de salud. Sólo se salva el aluminio anodizado que es un tratamiento que evita la contaminación del alimento.
  • Evita las siliconas para cocinar o calentar, incluidos los utensilios de cocina como espátulas que son sometidos al calor. Si los quieres usar, que sea siempre en frío. Mejor utiliza utensilios de acero inoxidable o madera. Evita el bambú, que no es bambú real, son resinas y melaminas. Sólo se salvan las siliconas de grado alimenticio (tipo platinum) que garantizan estar libres de tóxicos como el BPA, los FOAS y ftalatos.
  • Evita las latas de conserva, mejor compra las conservas en cristal, evitaremos la contaminación de la propia lata. Si consumes latas en conserva, trata de hacerlo más ocasional. Por esta misma razón, la contaminación de metales pesados como el mercurio, evita consumir pescados grandes como el atún rojo, pez emperador, tiburón o lucio. 

Tóxicos en el baño y la higiene personal

Muchos de los productos que usamos de manera rutinaria para nuestra higiene personal (champús, geles de baño, hidratantes, desodorantes, perfumes, dentríficos, colutorios....) contienen sustancias nocivas que pasan a través de nuestra piel.Opta por líneas lo más naturales posibles y busca cosméticos y lineas de aseo que tengan los sellos de garantía certificado Cosmos Organics, con su sello Ecocert, Nature, Demeter, Bio Inspecta o USDA. Hay aplicaciones como INCI beauty, donde puedes buscar las mejores opciones o consultar los productos que tienes en casa. Si sólo quieres hacer un cambio, fíjate al menos que el desodorante que uses no contenga clorhidrato de aluminio, ni piedra de alumbre,  ni que sea antitranspirable. Pocos productos de higiene tienen una relación tan directa con el cáncer de mama como este.

Si usas protectores solares, escoje los filtros físicos, minerales o biológicos, no los químicos.

Tóxicos en tu hogar

  • Reduce el número de limpiadores que usas a diario, créeme, no hacen falta tantos productos. Basta con usar limón, bicarbonato sódico, vinagre blanco o de manzana o aceites esenciales como tomillo, enebro, cedro, eucalipto, geranio, lavanda…que tienen propiedades desinfectantes y poco más, con esto lo puedes limpiar casi todo.
  • Si quieres comprar productos, cada vez hay más opciones naturales y ecológicas, incluso a granel, para evitar los envases de plástico. O puedes hacerlos tú con los métodos caseros tradicionales (jabón con aceite de oliva, por ejemplo)
  • Para la ropa y lavadora, puedes usar detergentes ecológicos o jabones caseros tradicionales, el suavizante no es necesario, evítalo.
  • Ventila cada día mínimo 10-15 minutos.
  • Pasa la aspiradora muy frecuentemente y mantenla limpia siempre, especialmente si convives con mascotas o niños.
  • LLena tu casa de plantas purificadoras asegurándote de que no son tóxicas para mascotas o niños.

Bueno, esto son unas pinceladas para dar una visión general de la cantidad de tóxicos a los que nos exponemos cada día sin saberlo y su relación con enfermedades como cáncer, enfermedades autoinmunes, problemas de fertilidad y alteraciones hormonales en la mujer, hipersendibilidad, enfermedades infantiles, etc.

El objetivo de este artículo no es otro que tratar de abrirte los ojos para que una vez sabes todo esto, animarte a hacer algunos cambios en tu casa y en tu vida.

Y si te ha resultado interesante y quieres profundizar más, te animo a que leas el libro del Dr. Nicolás Olea, "Libérate de tóxicos" y entres en la página hogarsintoxicos.org, donde tienes un montón de artículos y recursos para minimizar los tóxicos de tu vida y la de los tuyos. También puedes descargar de forma gratuita el libro "Hogar sin tóxicos" en el siguiente enlace.

En este otro artículo, tienes los tóxicos y disruptores endocrinos más frecuentes a los que nos vemos sometidos y su mecanismo de acción, por si quieres ampliar. 

Cualquier intervención, por pequeña que te parezca, te acercará más hacia una vida saludable. 

¿Qué cambio vas a hacer hoy? No tienes que hacerlos todos, empieza por uno.


Autor: Dra. Mª Isabel Martínez Muñoz

Médico especialista en medicina integrativa y PNI