¿Perder peso tras el verano y no recuperarlo? ¡¡Es posible!!

24.08.2019

El verano es una época que invita a salir más y por lo tanto, solemos hacer más ingestas de las que hacemos el resto del año y entre las que caen de vez en cuando algún que otro helado o snack, más de un picoteo y más de una bebida alcohólica con toda seguridad. 

Si a esto añadimos que en general solemos hacer menos deporte y más "tumbing" por aquello de que con el calor no apetece mucho salir a andar, el sofá nos llama o la hamaca de la playa, y ni que decir tiene que si encima aparece en el escenario esa rubia fresquita que tanto gusta ... no hace falta que siga, ¿verdad? En general, las estadísticas nos arrojan que el 60% de la población gana de media 3 kg. de peso (uno por mes estival).

Pero claro, se acaba el verano, aparecen los lamentos y para la mayor parte de la población eso es sinónimo del comienzo de una dieta restrictiva (de cierro el pico o aún peor, de hartarme a batidos y guarrerías similares) para perder el peso ganado en las vacaciones y eliminar así el rastro de estos meses de salidas de tono. 

Pero, tenemos malas noticias, perderlos no es sinónimo de conseguir mantenerlos a largo plazo. De hecho el 95% de la población que pierde peso con una dieta restrictiva, ha recuperado el peso perdido a los 5 años más un plus (el llamado efecto rebote).

Por ello, si ese es tu caso, no cometas ese gran error. Y para ponéroslo fácil,  vamos a daros unos sencillos consejos que os ayuden a recuperar el peso deseado y sobre todo, a mejorar nuestros hábitos de cara al futuro para que se mantengan nuestros logros.

NO HAGAS DIETA

Hacer dieta ya hemos visto que no funciona, pues tras perder el peso deseado solemos volver a las andadas y eso hace que recuperemos el peso perdido. Por ello, si algo no funciona, cámbialo. Centra tu alimentación en alimentos reales: verduras y frutas sobretodo, carnes y pescados de calidad, legumbres, huevos, lácteos de calidad, cereales integrales, frutos secos y grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra o los aguacates. Empieza siempre con un plato de verduras y frutas que ocupe el 50% del total de tu plato y el resto, lo ocuparán las proteínas (25%) y los hidratos de carbono (25%). No es necesario hacer 5 comidas al día, las que tu cuerpo necesite.. Si tenemos una buena alimentación todo el año, os garantizo que esos kilos de más del verano no tienen importancia ninguna y desaparecerán.

REDUCE LOS PROCESADOS

Los procesados suelen ser nuestros grandes enemigos. La industria invierte mucho tiempo y dinero en estrategias de marketing publicitario para tratar de confundirnos y para que percibamos un producto que no es sano como algo saludable. Basta con poner por aquí o por allá la palabra "bio", "orgánico" "light" "vegano" "bueno para tu corazón..." "rico en.." Huye de todo eso y sobretodo, huye de cualquier procesado que tenga más de 5 ingredientes en su lista.

APRENDE A LEER ETIQUETAS

Procesados saludables hay, y son bastante recomendables como opciones salvavidas, pero hay que aprender a reconocerlos. Aprende a leer etiquetas y elimina productos que contengan azúcar añadido, sal en exceso o grasas vegetales como el aceite de palma, coco o las grasas trans o hidrogenadas. Y ante la duda, entiende que jamás te equivocarás comprando alimentos sin etiquetas.

REDUCE EL AZÚCAR

El azúcar es el gran infiltrado. Lo tenemos hasta en la sopa (y es literal), por ello, siguiendo las recomendaciones anteriores, reduce los procesados que lo contengan y ve disminuyendo poco a poco tu consumo para educar a tu paladar en el sabor real y natural de los alimentos. Y si es posible, lo haremos extensivo al consumo de edulcorantes. La industria nos tiene enganchados al azúcar para que consumamos más pues los alimentos más palatables son los que más nos llaman la atención y eso ellos lo saben.

PLANIFICA TU SEMANA

El planificar la semana tanto en lista de la compra como en menús evitará que llegues a casa un día tarde y cansado y asaltes el frigorífico o te pilles lo primero que te encuentres por no haber sido previsor. Ni que decir tiene, que tu despensa debe de albergar sólo opciones saludables y más de una opción salvavidas para estas ocasiones (verduras o legumbres en conserva, por ejemplo). Si tienes poco tiempo entre semana, dedica el domingo a cocinar gran parte de la comida para la semana y guárdala en tuppers listos para calentar y servir.

COME CONSCIENTEMENTE

Come en función del hambre y atendiendo a tus señales de hambre y saciedad. Levántate de la mesa con la sensación de haber comido bien pero sin sentir incómodo tu estómago. Come despacio, mastica bien y reposa los cubiertos. Evita distracciones como la tele, disfruta de tu almuerzo o cena, comer es un gran placer y come sentado en la mesa y si es posible, en familia.

REDUCE EL ALCOHOL

El alcohol son calorías vacías que no nos aportan nada bueno ni desde el punto de vista nutricional ni desde el punto de vista de nuestra salud cardiovascular (a pesar de que nos dicen que una copita al día es buena para nuestro corazón, eso no es verdad, la evidencia nos dice que tras esta afirmación realmente de nuevo está el poder de la industria de bebidas alcohólicas). Si ocasionalmente quieres tomarte una cerveza, no hay problema, pero si puedes, hazlo mejor sin alcohol. Acostúmbrate a beber agua en las comidas y entre ellas, siempre en función de la sed. El alcohol que sea algo excepcional en tu vida.

HAZ DEPORTE

El deporte te da cantidad y calidad de vida. Cómprate un podómetro, una pulsera de actividad o descárgalo gratis en tu móvil y trata de andar mínimo 10.000 pasos cada día. Si no te gusta el deporte o no lo puedes hacer por alguna limitación, haz lo que puedas: ve andando a los sitios, baja una parada antes de la habitual, sube escaleras, baila, haz lo que quieras, pero muévete. A veces es más importante la actividad del día a día que el tiempo de actividad física deportiva como tal.

DUERME BIEN

Mínimo duerme 7 a 8 horas cada día. Si no lo haces, tu cuerpo estará estresado al no descansar y liberará cortisol, una hormona estresante que nos hace engordar y evita que perdamos peso. Evita aparatos electrónicos antes de acostarte, lee, escucha música relajante, acuéstate cada día en un mismo horario y descansa, sobretodo, descansa.

10· EVITA EL ESTRÉS

Al igual que no dormir, el estrés también nos hace liberar cortisol, por tanto aprende a relajarte. Practica Yoga o Mindfulness, pasea por algún parque y medita. Busca la manera de gestionar tu estrés y disminuirlo. Si no lo haces, tampoco podrás perder peso, créeme.

Si has llegado hasta aquí, ya sabes lo que has de cambiar o tal vez sólo mejorar. Parece difícil pero sólo es cuestión de deseo y motivación, además de dar el paso y tomar la decisión de querer cambiar.

Recuerda que si tú no cambias nada, nada cambiará.

Y si necesitas ayuda, para eso estamos los profesionales, para hacerte más fácil el cambio.



Más información:

Consulta médica de Nutrición

Dra. Mª Isabel Martínez Muñoz (Colegiada Nº 6866 en el Ilustre Colegio de Médicos de Córdoba) 

Médico Especialista en Nutrición Clínica y Obesidad

Cita Previa 957 47 17 43 y 670 99 21 15 (whatsapp)

www.cemlosarcos.es