"PONERSE A DIETA" ¡¡GRAN ERROR!!

El verano es una época estupenda para llevar a cabo propósitos de mejora en nuestra alimentación y en algunos de nuestros hábitos. Sí, oíste bien. Ahora es el mejor momento para lo que estás pensando, quitarte esos kilillos de más.

Para mi gusto es la mejor fecha para hacerlo, es cuando más fácil lo vamos a tener. Pero es importante no confundir los términos. Y me explico.

Cuando pensamos en "hacer dieta" a nuestra mente acceden una serie de pensamientos ya interiorizados como: "voy a pasar hambre" " no me apetece comer pechuga y lechuga" "me van a quitar alimentos" "ahora no es el momento" "me va a suponer un sacrificio"...etc. y esto nos frustra, nos desmotiva antes de empezar e incluso nos hace postergar nuestra intención de mejorar nuestra alimentación o nuestros hábitos porque en mi mente tengo asociados esos pensamientos negativos con el hecho de ponerme a régimen.

El error de base es precisamente el pensar: voy a hacer dieta. Ya empezamos mal.....

Cuando pensamos en el concepto clásico de dieta, nos centramos en restricciones y en fecha de caducidad. Tengo que quitarme "X" kilos y lo tengo que hacer con sacrificio, sudor y lágrimas.

Problema 1: ya empezamos con malos pensamientos y con pocas ganas, con lo cual es posible que el fracaso esté garantizado. Abandonaremos en la primera de cambio y eso no hará más que reforzar nuestra idea primitiva de que hacer dieta es un tostón y me exige mucha fuerza de voluntad y sacrificio que ahora no estoy dispuesto a realizar.

O tal vez no, tal vez consigamos nuestro objetivo marcado con ese esfuerzo y motivación, pero con caducidad. Es decir que cuando terminemos la dieta y nos quitemos los kilos necesarios, retomaremos nuestros hábitos previos a la dieta, con lo cual volveremos a coger los mismos kilos que perdimos y un plus de alguno más de rebote por no haber hecho las cosas bien desde un principio. Problema 2.

Problema 3: Tu cuerpo se ha resabiado y como ya te conoce, la próxima vez que quieras ponerlo a dieta te lo pondrá bastante más difícil pues habrá creado adaptaciones metabólicas para que tú lo tengas cada vez más difícil y tu metabolismo será cada vez más lento e ineficiente. Mal acaba lo que mal empieza.

Por eso hoy te propongo algo diferente, algo que sí funciona, algo que podrás realizar con facilidad, motivación y adherencia: NO HACER DIETA.

Te propongo que aproveches el verano para disfrutar de la gastronomía estival que nos permite comer sin restricciones, con preparaciones variadas y apetitosas, ricas en vitaminas y micronutrientes y bajas en calorías que no te harán sentir que estás a dieta, pero que te ayudarán a conseguir tus propósitos de mejora de composición corporal. De esta forma, no sólo podrás conseguir tus objetivos, sino que disfrutarás comiendo apetitoso y lo más importante, podrás incorporarlo en tu rutina sin "malas vibraciones", para que poco a poco, implementes estas pequeñas acciones y mantengas los buenos hábitos adquiridos a lo largo del tiempo, evitando así los problemas anteriormente descritos. Además, cuando se disfruta comiendo, la adherencia aumenta y nos garantiza el éxito a largo plazo. Comienza pues por cambiar cosas sencillas que a la larga te darán pie a dar otros pasos.

Vale, sí, muy bonito pero.....¿Cómo lo hacemos? Pues ayudándote de nuestras apetitosas recetas que iremos publicando por aquí . Recetas fresquitas, veraniegas, bajas en calorías y megaapetecibles para que empieces sin sentir. ¿Te apuntas?

He aquí algunos ejemplos de lo que te vamos a proponer estos días:

• Ensaladas variadas con mucho color (mientras más verduras y hortalizas mejor) combinadas con frutas de verano, con frutos secos, con legumbres, con arroz o quinoa, con carnes, pescados o mariscos, ahumados, etc.
• Salmorejos o gazpachos bien fresquitos de todo lo que se te ocurra (de tomate, pepino, remolacha, fresas, remolacha, lechuga, aguacate, etc. ¡¡imaginación al poder!!) que saciarán nuestra sed y nos aportarán muchas vitaminas
• Combinados de yogur natural, griego o kéfir (sin edulcorar ni azucarar) con todo tipo de frutas, frutos secos y semillas.
• Ensaladas de legumbres con muchas verduras y hortalizas.
• Cremas/sopas frías de verduras y hortalizas, e incluso con frutas combinadas (melón con pepino, crema de remolacha y manzana, sopa fría de tomate o pepino, aguacate y pepino, etc.)
• Parrilladas o barbacoas de todo tipo de verduras.
• Helados caseros de fruta congelada y yogur griego o bebida vegetal con canela, chocolate negro, esencia de vainilla......

Parece apetecible, ¿No crees?

No te olvides de algo importante también. El verano es un momento genial para hacer algo más de deporte pues hay más horas de luz, podemos disponer de algo más de tiempo e incluso tendremos algunos días de descanso. Corre, nada, baila, patina, salta comba, visita monumentos, haz sentadillas, pasea por la playa, haz lo que te guste, pero ¡¡¡¡MUÉVETE!!!! El deporte es nuestro gran aliado para que nuestro metabolismo se ponga las pilas y responda como se espera de él.

Y para terminar, te voy a regalar una gran reflexión que deberás interiorizar para conseguir el éxito: No te centres en el peso, céntrate en hacer las cosas bien.

Venga, aprovecha el verano y vamos al lío. Sin excusas, con determinación.

Y si  quieres ayuda profesional, aquí nos tienes.

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